Edison David Martínez se siente “preso” en el Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta, Moca. Durante el año y ocho meses que duró en la cárcel pública 2 de Mayo, del modelo tradicional, tenía su celular y podía pasar todo el día en ocio observando el televisor y escuchando música, según explica.
Jairol Pichardo, el alcaide de la Cárcel Pública 2 de Mayo de Moca, reconoce que aunque no es permitido que los presos tengan celulares, algunos sí los tienen. También permiten que les lleven abanicos y televisores para uso individual de los reclusos. Según dice el Alcaide, las celdas no son iguales, algunas son para una sola persona. El “encargado de disciplina” o “control” (un preso) es quien las reparte, en base a unos criterios que Pichardo no sabe cómo explicar. “No sé cómo lo maneja”, dice. Martínez preferiría estar en la 2 de Mayo. Cuando le hablan de la comida de esa cárcel -que según dicen los internos que han sido trasladados del modelo tradicional, no tiene un sabor agradable, indica que no le importa, le llevaban comida del exterior del recinto carcelario. Edison tiene dos meses interno en este centro del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria y aún no se adapta a la nueva rutina. Con 24 años, está condenado a 15 de privación de libertad por secuestro. - - - - - - - - -- - - - - - - -
Otros internos de La Isleta recuerdan cómo los sancionaban en la 2 de Mayo cuando se portaban mal: los golpeaban con palos. En La Isleta, las reglas son distintas.
CCR- La Isleta:
Este Centro de Corrección y Rehabilitación tiene capacidad para albergar 908 internos, sin embargo, a diferencia de los recintos del modelo tradicional, su nivel de ocupación es de un 49%, con 401 internos al 26 de octubre. De éstos, 253 son condenados y 188, preventivos. Un 47% está privado de libertad por violación a la ley 50-88, de Drogas, un 28% por homicidio; un 20% por robo; un 7% por violencia intrafamiliar; un 4% por violencia sexual y un 3% por otros delitos. Todas las celdas de La Isleta son iguales, con dos camarotes- de tres niveles cada uno para seis internos- y un retrete.
En el área común de cada pabellón hay un televisor para los internos, para entretenerse en las horas de descanso. A las 10:00 PM, todos los internos deben estar en sus celdas. Deben levantarse a las 7:00 AM y arreglar sus camas.
En La Isleta no se quejan de los alimentos, pero tampoco les permiten que los ingresen del exterior del recinto. En un área a la que los internos no tienen acceso están sus medicinas y rasuradoras, que son administradas por los Vigilantes de Tratamiento Penitenciario (VTP). Los lentes deben ser completos de pasta. Cualquier metal podría convertirse en un arma blanca. En cada edificio, los VTP tienen dos celulares y les permiten a los privados de libertad que les coloquen tarjetas de comunicación y hablen con sus familiares por un tiempo limitado. Los internos no pueden manejar dinero en efectivo. Para adquirir algún producto en la cafetería cuentan con los bonos de RD$150, fondos que les entregan los familiares y que también obtienen por medio de las actividades productivas que realizan en el recinto. Los internos de nuevo ingreso deben estar entre 10 y 30 días en celdas de observación en la que sicólogos y trabajadores sociales los evalúan para determinar si tienen problemas conductuales - que según comenta el director del Centro de Corrección y Rehabilitación, Erickson de Jesús Bobadilla, es lo usual- y de adicción a alguna droga. Esto último porque en estos recintos hay programas de desintoxicación para adictos, en coordinación con el Consejo Nacional de Drogas.
Roberto Santana, director del Nuevo Modelo, dice que el ingreso de drogas narcóticas a los centros de rehabilitación es casi nulo. En ocasiones lanzan las drogas por la verja de los planteles, siendo capturadas por los vigilantes en la mayoría de los casos, expresa. - - - - - - - - - - - - - - - -
Educación Social
Para Roberto Santana, el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria es un sistema de educación social en el que por medio de un equipo compuesto por sicólogos, médicos, siquiatras, trabajadores sociales y educadores- educa y prepara a sus internos para que convivan normalmente en la sociedad.
Santana explica que mientras en la mayoría de los países desarrollados la reincidencia sobrepasa el 50%, en los seis años que tiene Nuevo Modelo ha sido de un 2.7%.
Sobre el trato de los vigilantes a los privados de libertad indisciplinados, Santana explica que como el equipo multidisciplinario de los Centros de Corrección es profesional en el tratamiento penitenciario, sus métodos también son profesionales.
“Acompañando al que comete una falta disciplinaria, conversando con él con respeto, con cariño, obtenemos más de él de esa manera que con el otro sistema (el modelo tradicional)”, porque los métodos disciplinarios de las cárceles viejas vuelven al privado de libertad más agresivo, expresa Roberto Santana. En estos casos, se emplean las medidas de desincentivo. El interno desobediente se ingresa en una celda de reflexión de uno a 30 días, según la falta, donde el equipo multidisciplinario monitorea su evolución. Como medidas de desincentivo, también se les puede prohibir que reciban visitas conyugales o familiares o que practiquen deportes. “Habiendo tantos recursos profesionales es una haraganería, es una barbaridad, que se recurra a un castigo corporal”, dice Roberto Santana. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Tomris Atabay, experta penitenciaria de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), reconoció la profesionalidad del personal del Nuevo Modelo, luego de una inspección realizada en septiembre. Atabays expresó que hay condiciones propicias para garantizar la rehabilitación y evitar la reincidencia en el delito.
En los Centros de Corrección y Rehabilitación hay escuelas avaladas por el Ministerio de Educación, donde la formación primaria y secundaria es obligatoria. El director del Nuevo Modelo argumenta que más de un 40% de los internos que reciben son analfabetos que son ingresados en un programa de alfabetización que concluye en seis meses.
Mientras el nivel de aprobación en las aulas del país en las Pruebas Nacionales es de un 52% (según datos de la primera convocatoria del bachillerato en 2010) , en las escuelas del Nuevo Modelo es de un 100%. “Nosotros llevamos cinco años participando, no se ha reprobado uno”, comenta Roberto Santana.
En la escuela de La Isleta hay actualmente 36 internos en alfabetización y 170 en educación básica. También imparten cursos de inglés, holandés, francés, italiano y español.
En cuanto a la educación técnica, los internos de La Isleta reciben cursos de informática, donde aprenden Windows, instalación de Windows, Photoshop y diseño gráfico. También les imparten cursos de electricidad, herrería, tapicería, pintura artística, panadería y repostería y artesanía. Este aspecto se desarrolla con el apoyo del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP). Francisco Morillo, privado de libertad por homicidio, comenta que le ha servido de mucho el tiempo que lleva interno en La Isleta y ha querido transmitir a la sociedad su experiencia en el recinto penitenciario. Morillo escribió el libro “Atrás de las Rejas”, de unas 102 páginas, que le publicará la Editora La Nueva Imagen. Morillo ya está escribiendo su segundo libro: “Fui joven como tú”.
En la biblioteca, realizan cine fórum y círculos de lectores con libros de superación personal, de cuentos y poesía.
Los privados de libertad de La Isleta practican baloncesto, voleibol, gimnasia, dominó, ajedrez y otros deportes. Tienen grupos de teatro, musicales y canto coral. - - - - - - - - -
Actividades productivas
Los internos del Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta realizan actividades laborales y productivas.
En este recinto, localizado en la agropecuaria provincia Espaillat, hay dos invernaderos de ajíes cubanela, con el auspicio, uno del Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario (FEDE) y otro de la Embajada de Taiwán, vía el Patronato Nacional Penitenciario. Los internos cosechan plátanos -de los que hay 4,100 matas jóvenes y más de 2,000 en edad productiva- batatas, espinacas y cilantro. También tienen 853 gallinas, 26 conejos y están construyendo una granja de cerdos.
Nuevo Modelo
El primer Centro de Corrección y Rehabilitación se inauguró en Puerto Plata en el 2004. Actualmente hay 13 recintos pertenecientes a este modelo, que albergan un 15.6% del total de la población privada de libertad en el país.
El Nuevo Modelo inició con el apoyo del Gobierno dominicano, de la Unión Europea, del Servicio de Prisiones de Inglaterra, del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente y de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA). Para el próximo año entregarán los recintos de Higuey, La Romana, La Vega y Salcedo, locales que se están construyendo actualmente. En el caso de La Romana, el plantel se está edificando con 300 millones de pesos que donó la Lotería Nacional. Los fondos para la operatividad de esta dependencia de la Procuraduría General de la República, se obtienen del presupuesto de ese organismo y de donaciones de instituciones nacionales e internacionales. En cada interno se invierten 12 dólares diarios.
Con un ritmo de cuatro centros por año, en 2015 todas las cárceles del país pertenecerán al Nuevo Modelo. Para lograr esta meta, necesita una partida adicional de 60 millones de dólares al año. Sobre los planteles en los que están las cárceles del modelo tradicional, Santana dice que Najayo Hombres y posiblemente el de Cotuí sirven para el Nuevo Modelo, por lo que deberán construirse otros 17 recintos.
Este modelo tiene un Programa de Atención Post Penitenciaria o Casas del Redentor, dirigido por el padre Arístides Jiménez Richardson, que recibe a las personas ya en libertad y da seguimiento a la continuación de educación que empezaron en los Centros de Corrección, las ayuda a reunirse con sus familias y a conseguir empleo o montar un negocio.
Antes de crear el primer centro, se creó la Escuela Nacional Penitenciaria “Castillo del Cerro”, donde se forman los vigilantes, los médicos, abogados, sicólogos, trabajadores sociales y directores que laborarán en el Nuevo Modelo. Anualmente, les imparten un curso de actualización obligatorio.
Sistema Penitenciario
Con capacidad para albergar 4,992 personas, el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria tiene 3,191 internos, lo que representa un nivel de ocupación de un 65%. Los centros de corrección son Rafey Hombres, Puerto Plata, Vista al Valle, San Pedro de Macorís, La Isleta Moca, Najayo Mujeres, Mao Valverde, Monte Plata, Elías Piña, Dajabón, Baní Mujeres, Rafey Mujeres y Haras Nacionales, en orden descendiente en cuanto a población penitenciaria. El modelo tradicional tiene 22 instituciones penitenciarias: La Victoria, Modelo de Najayo, El Seybo, La Vega, Moca, Baní, La Romana, Barahona, KM 15 de Azua, Cotuí, San Juan, Departamental San Francisco de Macorís, Montecristi, Neyba, Higuey, Samaná, Santiago Rodríguez, Salcedo, 19 de Marzo (Azua Vieja), Operaciones Especiales, Nagua, y Pedernales. El modelo tradicional tiene capacidad para acoger a 6,133 personas, no obstante tiene 17,322 privados de libertad, llegando el nivel de ocupación a un 282%. Estos internos representan el 84.4% de la población privada de libertad. Del total de la población carcelaria, un 97.3% es masculino; y un 2.7%, femenino.
Un 93% es de nacionalidad dominicana y un 7% es extranjero. Un 64.6% son internos preventivos y un 35.4% está condenado. Según datos de la Dirección General de Prisiones, República Dominicana se encuentra en el sexto lugar de las tasas más altas de privados de libertad en condición preventiva comparado con 25 países del continente americano.
La mayor cantidad de privados de libertad es por violación a la ley 50-88 de Drogas, con un 29.8%. La segunda causa es por homicidios, con un 27.1%. Un 19.5% está privado de libertad por robo, un 7.6% por violación sexual, un 2.8% por golpes y heridas y un 13.2% por otros delitos
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