Por la Saona

PATRIA. La patria es como un verso ahogado en la nostalgia un trapito fetiche para limpiar el alma un recuerdo de ayeres desde ajenas ventanas es bandera que flota en el fondo del iris con la mano tendida pidiendo su mañana. La patria es un discurso, una pose, una enagua que cobija temores de oscuras madrugadas. La patria es simplemente la jugada fallida, el después por respuesta, el amor y la rabia. Es la muerte que ronda la inocencia temprana y las canas que nunca poblaron la montaña. La patria es un te quiero, un adiós, una fragua. Un no sé por respuesta, un quizás en las ansias. Es grito que se cuelga de un pecado sin culpas que se lava en angustias de quietud y de calma. Un discurso en febrero, en agosto una farsa. Un eterno proyecto de felices miradas. Es la patria un poema inconcluso y esquivo que se escribe a sí mismo, y a sí mismo se canta. Luis Carvajal “El río Nigua se volvió como loco, vino molesto y se llevó todo lo que encontró a su paso, parece que se canso de que lo maltrataran y vino a buscar vidas y propiedades para bebérselas de un solo trago.” Con esta explicación me recibió don Caco Ramírez al lado de las tablas dispersas de lo que había sido su casa. “Mire señor, yo creí que el mundo se iba a acabar y rece, rece con mucha fuerza pero parece que Dios estaba ocupado porque de nada valió. Hoy estoy vivo para contarlo.” En ese momento dos vecinos que rescataban del fango sus escasas pertenencias encontraron una bandera que estaba sepultada bajo el lodo mal oliente. “Carajo, está como el país, pero la vamos a rescatar, a lavar, planchar y usar de nuevo,” dijo uno; “como al país,” agrego el otro, al tiempo que procedían a sacudir y limpiar de lodo la insignia tricolor. Como al país, pensé y no he podido dejar de pensar en lo mismo,… Como al país. Es que Nigua y Saona son parte de una misma y única realidad. …., como el país. DESPUÉS DE LA TORMENTA (Fragmento) Luis Carvajal Encendidas, las sombras remontan primaveras después de la tormenta todo es llanto y miseria. Todo dolor es poco. Toda vida es tragedia. Toda mano es milagro. Toda ayuda es quimera. Todo amor, compromiso. Todo verso es la guerra. Como en triste poema caído desde el cielo derramaron las aguas tanta muerte en la tierra; que un olvido es pecado, que una ausencia es ceguera, que cantar a la nada troca en culpa al poema. Todo pecho es la patria. Todo amor, compromiso. Todo verso es la guerra. Luis Carvajal 13 de septiembre

De Jose Rafael Sosa

Periodista