domingo, 29 de julio de 2012


No olvidemos las lecciones del Maestro.-
La razón fundamental que llevo a nuestro fenecido líder y guía a abandonar el viejo P.R.D. y fundar un nuevo partido a finales del año 1973, fue la de  construir una organización política integrada por hombres y mujeres conscientes, formado políticamente, despojado de todos los vicios de la pequeña burguesía, para convertirlos en dirigentes políticos nuevos, al servicio de los mejores intereses de la patria, lo cual lo llevo a decir, un tanto orgulloso, en un acto celebrado a final de la década de los 80 en la ciudad de Salvaleón de Higuey que el P.L.D., era la única fuerza política que estaba en condiciones de tomar el poder en la Republica Dominicana en ese momento, porque disponía de los mejores profesionales y técnicos del país, pero no solo en el orden profesional, sino en el más importante, en el aspecto político, porque contaba con un equipo de hombres y mujeres listo para una vez en el gobierno ponerse al servicio de los mejores intereses del país, no para saciar sus apetencias personales, que es la razón de ser de esta organización política. Los conceptos expresados más arriba vienen a colación por la actitud de muchos funcionarios del gobierno, quienes han  decepcionado a una parte importante de los militantes de nuestro Partido de la Liberación Dominicana con sus conductas indebidas, de quienes siempre esperan hagan un trabajo de calidad y honestidad, en las funciones que desempeñan, como nos habíamos propuesto, los cuales son objetos de críticas que se profieren a diario por los diferentes medio de comunicación, algunas de las cuales pueden ser inmerecidas, y deben ser tratadas como un simple ejercicio de oposición política, pero entendemos que a los cuestionamientos bien fundamentados, además de evidente notoriedad, la respuesta no debe ser la indiferencia, en razón de que esta actitud permisiva estimula a cometer otros desafueros, que bien pudiera confundirse con complicidad, o sea que debieran tomarse los correctivos  ejemplarizado res correspondientes, caiga quien caiga, a fin de preservar la esencia de este instrumento de lucha del pueblo dominicano y así pueda estar en condiciones de cumplir con sus misión histórica. Todos los dirigentes que nos formamos políticamente al lado de Juan Bosch debemos recordar la concepción que tenia de la política como ciencia, su predica constante sobre el comportamiento que debe asumir un dirigente político revolucionario, que el que se dedica a esta actividad, debía entenderla como un ministerio al servicios de la sociedad, no ir al Estado a servirse, no usarla para ascender económica y socialmente. En  varias ocasiones le escuche decir que la actividad política no debía usarse para lucrarse personalmente, que  el que desee producir dinero debía dedicarse a los negocios y abandonar la actividad política, por cierto licito en el sistema capitalista, su profundo amor por la patria lo convirtieron en un hombre con un sentido extremo del compromiso para con su pueblo, en un guardián radical y perpetuo de sus legítimos intereses, quien asumió una actitud intransigente contra la corrupción administrativa durante toda su vida, llegando inclusive a someter a la justicia en su corto pero insuperable periodo de gobierno, a quienes se atrevieron a cometer actos dolosos en la administración de la cosa pública, como sucedió con su secretario personal Virgilio Gel, quien fuera detenido, por haber atentado contra los valores de la decencia y honestidad que promovió en su gobierno, tanto en su discurso como en sus ejecutorias. Los que tuvimos la suerte de estar su lado y por consiguiente recibimos su orientación política a través de sus exposiciones orales y escritas sabemos perfectamente  cuál fue su norte en el ejercicio de la actividad política y que este convirtió en la estrategia o misión histórica del Partido, que es completar la obra de los trinitarios y restauradores, lo cual entraña de manera principal la instauración de un Estado independiente en el orden político y económico, que promueva los valores esenciales de la democracia que  tenga siempre presente el manejo pulcro de los fondos públicos, en definitiva que disminuya al máximo nivel las diferencias  sociales existentes en nuestro país, hasta lograr una sociedad verdaderamente justa. Hay que imaginarse cómo se debe sentir nuestro líder y guía donde quiera que se encuentre, el estado de indignación que abate al maestro, por el curso por el cual hemos encarrilado su obra que el califico como la mejor de todas las suyas, pues lo hemos convertido, todavía por suerte con importantes diferencias, en uno más del sistema. Es oportuna esta ocasión del 103 aniversario de su natalicio para comprometernos entre todos a restaurar los métodos de trabajo del Partido, que dicho sea de paso, no han sido derogados sino por la fuerza de la costumbre, alimentada por la falta de la sanción debida y el silencio cómplice de todos sus miembros y establecer las providencias de lugar en el próximo congreso- que no se tomaron en el sexto congreso Prof. Juan Bosch, cuando aprobamos en forma mayoritaria la apertura indiscriminada del Partido- para evitar que penetraran, como en efecto han penetrado, todas las malas practicas de la pequeña burguesía que han venido desnaturalizando la esencia misma del partido que fundó Juan Bosch y el reducido grupo de compañeros que le acompañaron en aquella ocasión memorable de la historia dominicana.-  Dr. Gerardo Aquino

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